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Hay muchas similitudes entre la diabetes de los humanos y la diabetes en gatos y perros. Los cambios del estilo de vida no sólo afectan a las personas, sino también a sus animales de compañía. En estos últimos, la obesidad se está haciendo cada vez más común y aumenta el riesgo de desarrollar diabetes entre 3 y 5 veces más. Algunas razas parecen correr un mayor riesgo. En los perros, la diabetes es más común entre los keeshonds, malamutes, spitzes finlandeses, shnauzers enanos, caniches enanos y springer spaniels ingleses, mientras que entre los gatos, la raza burmesa parece desarrollar diabetes con más frecuencia, al igual que los gatos castrados de todas las razas. La diabetes podría ser transitoria, especialmente en los
casos en los que los animales han recibido medicación que antagoniza el efecto de la insulina, como es el caso de los corticoides o las hormonas sexuales, o en los casos en los que se da otra enfermedad endocrina
de modo concomitante. La diabetes aparece con más frecuencia en los gatos y perros de avanzada edad.

La diabetes no es monopolio de los humanos.
Aproximadamente 1 de cada 500 perros y 1 de cada 200 gatos
tiene diabetes y, tal y como sucede con las personas, estas
cifras se hallan en aumento. Margarethe Hoenig describe de
los síntomas y el tratamiento de la diabetes en gatos y perros.