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En la parroquia Viche, cantón Quinindé, provincia de Esmeraldas, casi todos los habitantes hablan del diabetólogo Víctor Hugo Angulo, tanto así que en su casa atiende diariamente a decenas de pacientes.

El ajetreado especialista cuenta que, desde el lanzamiento de su descubrimiento, ha tenido que enfrentar la resistencia por parte de muchos de sus colegas, pues todavía hay algunos escépticos que no aceptan los cambios propuestos acerca de la forma de manejar a los pacientes diabéticos con heridas. Sobre todo porque él insiste en que no se deben amputar las extremidades de las personas, ya que esto ocasiona que se les quite el 75% de su libertad y que se generen problemas sicológicos.
Fórmula secreta
Aunque este nuevo tratamiento, que sirve para sanar las heridas de las personas con diabetes, cuenta con una patente que dura 20 años, la cual le dieron en Europa, Angulo prefiere no revelar los detalles de su fórmula.
En realidad, es muy reservado al respecto y no cuenta nada acerca de la preparación de la crema HIDYT (la preparación ‘milagrosa’), mucho menos de los nombres de las plantas que usa como ingredientes principales para que su producto quede completo. Esta es su propia medida de seguridad para asegurarse que nadie le copie la idea.
No obstante, el experto sí saca el tiempo necesario para conversar sobre los resultados que ha logrado con la sustancia que creó.
Buenos resultados
Según Angulo, su descubrimiento ha logrado cosas muy positivas porque permite sanar los diferentes tipos de heridas que presentan personas con diabetes, incluso para aquellas que son varicosas, traumáticas o con psoriasis.
Pero eso no es lo único, pues esta crema también cura las lesiones producidas por leishmaniasis, una enfermedad que siempre se ha creído que no tiene solución. Se produce por un parásito que se guarda en el cuerpo de las personas, el cual, gracias al ungüento, ahora puede eliminarse. Es un ‘extra’ del producto, el cual no fue creado con ese propósito.
Algunos testimonios
Teodomiro Chávez Jacho tiene 60 años, es oriundo del cantón Pasaje de la provincia de El Oro y es uno de los pacientes de Angulo. Su problema es que tiene heridas en tres dedos del pie derecho y por eso tenía el temor de que le corten la pierna.
La diabetes se la detectaron hace 15 años y no había encontrado mejoría, pero ahora que conoce a muchos pacientes que han estado en su misma situación o en peores condiciones y se han sanado, está más tranquilo.
Por su parte, Eráclides Carranza, quien vive en la parroquia Tachina, cantón Esmeraldas, presentaba una herida profunda en el tobillo izquierdo que durante un largo tiempo no sanaba. Hace cinco semanas empezó a usar la crema y ha logrado mejorar.
Todavía no se consigue
Está comprobado que el ungüento sirve para que la gente diabética pueda cuidarse mejor, pero todavía no se encuentra a la venta en el mercado, pues todavía no se han hecho los estudios del Instituto Izquieta Pérez para obtener el registro sanitario.
Por el momento, quienes utilizan la crema son voluntarios que participan en la segunda etapa del proceso de formulación e investigación del desarrollo de medicamentos nuevos.