Los pies de la gente con diabetes están en peligro, ya que 50 por ciento de ellos llega a presentar neuropatía diabética, una alteración que daña temporal o permanentemente el tejido nervioso y da inicio al llamado pie diabético;
trastorno que provoca piel seca, afecta la sensibilidad, un andar
anormal y aumenta el riesgo de lesiones en el pie, las cuales pueden
infectarse, ulcerarse, gangrenarse e incluso requerir amputación,
advirtió la doctora Guadalupe Castro Martínez, jefe de Medicina Interna
en la Unidad Médica de especialidad Gabriel Mancera del Instituto
Mexicano del Seguro Social.
Debido a que la neuropatía diabética se
acompaña de una importante pérdida de sensibilidad, “el paciente no se
percata de alguna lesión, y en muchos casos, tampoco le da importancia
a la destrucción del tejido con infección importante y alteraciones en
la circulación (gangrena), lo que termina con amputación irremediable
del miembro afectado”, resaltó.
Es de suma importancia que el
médico revise en cada visita los pies de su paciente, recomendó la
también miembro de la estadounidense Asociación Nacional Americana de
Obesidad, Castro Martínez. “Primero debe hacerle una serie de preguntas
básicas como: si ha presentado adormecimiento de sus pies, ardor en las
piernas, si le dan calambres o sensación de piquetes de alfiler”.
También tiene que cuestionarle a su paciente si siente dolor cuando las
sábanas rozan su piel, si en la ducha es capaz de distinguir entre el
agua fría de la caliente, si los síntomas empeoran en la noche; además
de saber si las piernas le duelen al caminar, si ha observado úlceras
en sus pies, así como averiguar sobre el estado de la piel de sus
miembros, si está seca o agrietada o si ha padecido alguna amputación
previa, dijo.
Posteriormente, el médico debe revisar visual y
físicamente los pies y manos de la persona con diabetes; mediante la
aplicación de algunas pruebas como la vibración mediante el uso de un
diapasón, la sensibilidad con el apoyo de un filamento muy fino y
evaluar la percepción de temperatura con el uso de la llamada barra
fría/caliente, recomendó la especialista del IMSS, Castro Martínez.
“De acuerdo a la experiencia clínica, el ácido tióctico (Thioctacid) es
hasta ahora la única sustancia que cumple con todos los requerimientos
mencionados en el Consenso de Saint Paul: Primero, que interfiera con
la patogénesis o causas del trastorno; segundo, que sea capaz de
reducir los síntomas; tercero, que mejore las deficiencias neurológicas
y; cuarto, que optimice la función de las fibras nerviosas grandes y
pequeñas.”, destacó.
Diversos estudios internacionales han
reportado que el ácido tióctico reduce los síntomas y deficiencias
neuropáticas como hormigueo, ardor y dolor punzante, alteración de la
sensibilidad, debilidad y atrofias musculares, entre otras ventajas.
Además, brinda una mejoría en la función nerviosa y ofrece efectos
benéficos adicionales en procesos metabólicos de la diabetes.
“Por ejemplo, el ácido tioctico mejoró la circulación sanguínea hacia
los nervios periféricos y estimuló la regeneración nerviosa, con
disminución de hasta un 50 por ciento los síntomas de la neuropatía
diabética”.
Además de la dieta, ejercicio, uso de fármacos para
regular la diabetes, e independientemente de que el médico pregunte,
revise visual y físicamente los pies del paciente, éste debe seguir una
serie de cuidados básicos de sus miembros, aseguró la especialista.
“Por ejemplo revisar diariamente sus pies descalzos, buscar si presenta
manchas rojas, cortaduras, inflamaciones o ampollas, para ello puede
auxiliarse de un espejo o el apoyo de alguna otra persona.
Otras medidas básicas
e igual de importantes son: el aseo diario de los pies, secárselos con
cuidado, especialmente entre los dedos. Cortarse las uñas en línea
recta y limarse los bordes. Utilizar calzado cómodo y medias o
calcetines, entre otras. “En caso de que los pies cambien de color o
forma, o cualquier problema de los mencionados, por mínimos que sean
debe consultar a su médico”, recomendó.
Finalmente, la doctora
Guadalupe Castro Martínez, jefe de Medicina Interna en el IMSS refirió
que “muchas de las amputaciones que se practican pudieron haberse
evitado de haber recibido un manejo preventivo y de tratamiento
integral desde las fases iniciales de la diabetes y la neuropatía
diabética, así como de todos los demás factores de riesgo asociados
como son colesterol elevado, hipertensión arterial y obesidad”.
Fuente: www.esmas.com