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Esto en la actualidad además de ser incorrecto, suele provocar confusiones, como tantos otros mensaje impregnados por la tendencia comercial.
La persona diagnosticada de diabetes debe tener cuidado no sólo en la cantidad de hidratos de carbono simples y complejos, sino también en la cantidad de proteínas y lípidos, ya que la diabetes no es una enfermedad del "azúcar en la sangre" solamente, este es sólo un síntoma, sino que es una enfermedad del metabolismo de todos los nutrientes, siendo la responsabilidad primordial la falta de insulina.
¿Menos Hidratos de Carbono?
Los planes alimentarios tradicionales exigían al paciente diabético que no comiera nunca más alimentos como pastas, pan y papa, por lo que surgieron en el mercado productos como fideos para diabéticos y pan y galletitas de gluten, entre otros.
Estos productos tienen la característica de poseer menor cantidad de hidratos de carbono. Pero como contrapartida, para conservarlos y darles consistencia parecida a los originales, tienen aditivos que contienen proteínas y lípidos, pudiendo peligrar la salud de su riñón y sus arterias.
Recordemos que estos nutrientes también deben contabilizarse en el plan alimentario de los diabéticos.
Además de ser más costosos, gracias a los avances en la investigación nutricional se comprobó que el diabético no los necesita, pudiendo comer de manera muy parecida al resto de la familia.
En el "Consenso de pautas para la alimentación del diabético", organizado por la Sociedad Argentina de Diabetes, se reafirmaron conceptos que coinciden con la idea de que la persona con diagnóstico de diabetes no necesita consumir alimentos especiales, sino que por el contrario lo que necesita, es aprender a comer los alimentos y productos alimentarios comunes, en un orden y proporción determinados, que dependerá de su ritmo de vida, necesidades energéticas y gustos personales, armonizando los momentos de comida con la insulina aplicada y/o con los hipoglucemiantes orales.
La idea principal es consumir todo tipo de alimentos sabiendo cuándo, cuánto, de qué manera y con qué frecuencia consumirlos. En cierta medida, es similar a un plan alimentario saludable.
Por su puesto que siempre resulta imprescindible consultar a profesionales del tema, ya que un plan alimentario para diagnóstico de diabetes no es una lista de prohibiciones sino un conjunto de alimentes organizados de manera científica.
Recomendaciones del Plan de Alimentación:
Las recomendaciones del plan de alimentación se pueden dar en forma de menús fijos o bien mediante tablas de intercambio de alimentos, un sistema más complejo inicialmente pero que proporciona mayor flexibilidad a largo plazo. Estos sistemas son combinables, pudiendo aportar listas de intercambios de alimentos a un menú fijo.
La elección del tipo de plan de alimentación depende mucho de las características de cada persona, siendo esencial realizar una adaptación al estilo de vida habitual. Se debe tener en cuenta si existe hipertensión arterial, dislipemia, insuficiencia renal o hepática u otros procesos para realizar las modificaciones necesarias en el plan de alimentación.
Diabetes Insulino Dependiente TIPO I
El diabético tipo I debe respetar rigurosamente los horarios de cada comida durante el día. A su vez, esos horarios estarán distribuidos según el tipo de insulina y su pico de acción. Por tanto, no es aconsejable que saltee ninguna comida o cambie bruscamente sus horarios de alimentación.
Así mismo, el total de hidratos de carbono diario consumido se recomienda esta distribuido de la siguiente forma:
  • 1/7 al desayuno
  • 2/7 en el almuerzo
  • 1/7 en la merienda
  • 2/7 en la cena
  • 1/7 colación que debe reforzar el pico de acción insulínico. (puede coincidir con cualquier otra comida complementandola).
Diabetes Insulino Independiente TIPO II
Debe tener especial cuidado en distribuir en forma pareja la cantidad total de hidratos de carbono consumidos por día en cada comida. Es decir, todas las comidas deben tener igual cantidad de carbohidratos.
La alimentación para diabéticos sugiere:
  • Lácteos descremados
  • No más de tres huevos por semana.
  • Carnes desgrasadas (ave sin piel, vacuna sin grasa, pescados no fritos).
  • Todo tipo de hortalizas del *grupo A y del B.
  • Una porción diaria de hortalizas del *grupo C, o reemplazarlas por igual cantidad en peso cocido (después de la cocción) de harinas, cereales o pastas.
  • Todo tipo de frutas.
  • Legumbres en reemplazo de los cereales.
  • Máximo 70 gramos de cereales integrales por porción (tamaño de un pocillo de café).
  • Preferentemente pan y galletas integrales y de bajo tenor graso.
  • Aceites crudos.
  • Bebidas sin azúcar, de bajas calorías. Las bebidas de bajas calorías deben consumirse en forma controlada.
  • Evitar azúcares, dulces, golosinas y amasados de panadería o confitería.(todo tipo de alimentos con hidratos de carbono simples).
Una vez calculadas las necesidades calóricas necesarias, debemos aportar un 55-60% en forma de Hidratos de Carbono. En las dietas por intercambios, un intercambio de HC equivale a 10 g de HC.
Cada intercambio de HC es una cantidad de alimento que, entre otros nutrientes, contiene 10 g de Hidratos de Carbono. Por ejemplo en una dieta de 2000 kcal el 60% deberían ser HC (1200 kcal). Como cada gramo de HC aporta 4 kcal, 300 g de HC es lo que necesitamos para generar 1200 kcal. 300g entre 10 g de HC por intercambio, suponen 30 intercambios de HC que se distribuirán a lo largo del día según las indicaciones del especialista y el tipo de tratamiento insulínico.
Ejemplos de alimentos que equivalen a un intercambio de HC:
  • 5 g de pan de trigo tostado (biscotes)
  • 20 g de pan blanco
  • 50 g de lentejas cocidas
  • 200 g de brécol
  • 200 g de espárragos (8-10 grandes)
  • 35 g de patata asada
  • 35 g de patata frita (en casa)
  • 18 g de patata frita comercial (chips)
  • 75 g de ciruelas (2 piezas)
  • 100 g de mandarina (1 pieza)
  • 75 g de manzana (1 pequeña)
  • 100 g de melocotón (1 mediano)
  • 150 g de melón
  • 100 g de naranja (1 pequeña)
  • 50 g de plátano (1/2 pequeño)
  • 200 g de leche de vaca
  • 250 g de yogur natural
Recomendaciones Comunes Generales:
Puedo tomar edulcorantes: se utilizan para sustituir al azúcar y tienen un poder edulcorante muy superior al azúcar refinado. Los acalóricos son el ciclamato, el aspartamo y la sacarina. El más recomendable de todos es el aspartamo. En general debe respetarse la cantidad máxima permitida ya que su ingesta excesiva puede tener efectos secundarios.
El Sorbitol se utiliza habitualmente en los chicles sin azúcar. También es importante respetar su consumo máximo para evitar efectos secundarios.
Debe restringirse el consumo de sal: debe restringirse el consumo de sal cuando existe hipertensión arterial. La diabetes no requiere una restricción especial en el contenido de sal de la dieta.
Puedo tomar alcohol: en general las recomendaciones para una persona con diabetes no difieren de las aconsejables para la población general. Debe aconsejarse abstinencia absoluta en casos de embarazo, pancreatitis, neuropatía avanzada, hipertrigliceridemia o abuso de alcohol. En caso de tomar alcohol la ingesta máxima recomendada es de 2 bebidas/día para los varones y 1 bebida/día para las mujeres. Se considera que una bebida contiene 15 g de alcohol.
El alcohol puede tener efectos hiper o hipoglucemiantes. Depende de la cantidad de alcohol ingerida en poco tiempo y si se ha tomado con o sin comida. Para evitar el efecto hipoglucemiante del alcohol se aconseja tomarlo con algún alimento. Se debe tener en cuenta que 1 g de alcohol produce 7 calorías que se denominan vacías porque no tienen ningún valor nutritivo.
¿Me puedo fiar de los alimentos especiales para diabéticos?: En general depende de la composición, ya que bajo esta etiqueta existen alimentos aconsejados y desaconsejados. Es importante evitar productos no etiquetados de los cuales desconocemos su contenido en hidratos de carbono o su distribución calórica. En caso de duda es mejor evitarlos. El consumo de productos dietéticos y para diabéticos debe siempre ser controlado, consultado y recomendado por un especialista